· Con
sus caritas muy sonrientes
Por Ignacio Arellano Mora
Con una gran satisfacción, concluyeron 26 adultos
mayores su primer curso de computación el viernes 12 de abril, en la biblioteca del Pórtico “Antonio Caso”, en el paso
peatonal a desnivel en el Eje Central.
Como todos los viernes, sin falta alguna, veinte
mujeres y seis hombres, de 45 a 78 años de edad, se dieron cita con puntualidad
y gran entusiasmo, a la biblioteca a tomar el Primer Módulo de computación, de
13:30 a 18:00 horas.
El ambiente se fue dando poco apoco a partir de la
relación construida en sus logros. Cada quien tuvo la confianza de expresar sus
dudas y obtener la respuesta correcta; con la debida orientación y alcance del objetivo
del curso.
Los adultos mayores llegaron con el interés de
aprender computación por el deseo de escribir y enviar un correo electrónico a
sus hijos o a un familiar residente en el extranjero o al interior de la República
Mexicana.
“Cuando llegaron
al curso, cada uno de ellos, tenían una expresión de temor y de incertidumbre
de ¿qué va a pasar?”, enfatizó Ausencio Guzmán.
Porque el sentir de las personas de la tercera edad, es
considerar a la computadora no propia de su edad o determinar difícil de
aprender. Dicen: “vaya a descomponer la
computadora o sí, al apretar un botón la descompongo”.
A veces, preguntaban al dar un clic “¿por qué pasó esto?, ¿para qué sirve?”,
entre otras. Sin embargo, conforme avanzó el curso, fueron teniendo confianza.
“Llegan y se meten, pica aquí y allá,
empiezan a formularse más preguntas y se van interesando más”, “Ahí es donde me doy cuenta del avance de las
personas”, puntualizó el profesor.
Por ello, concluye “no hay edad para aprender a usar totalmente una computadora y sobre
todo, porque lo importante es la motivación. Por eso, como profesor, debo animar
a los alumnos”.
Manifestó: “trabajar con adultos mayores es ´llevarlo de la mano´, porque son
personas sin ningún conocimiento de computación, es decir, llegan ´desde cero´,
y así ellos crean su dinámica y satisfacen su particular deseo de aprendizaje”.
Con cuatro años de experiencia, el profesor de
computación expresó “No es enfocarlo a
conectar una red o armar una computadora sino animarlos a experimentar, así, el
adulto mayor se interesa más por aprender”.
Pensativo reflexiona y nos dice, “me enfoco en el porqué, de ellos, por aprender. Por lo tanto, no uso tecnicismos,
sino conceptos básicos”, “Porque me
interesa que mis alumnos aprendan”, manifestó convencido.
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