martes, 25 de junio de 2013

¡Ya aprendí!. Curso de computación. Tlatelolco





· Con sus caritas muy sonrientes

Por Ignacio Arellano Mora

Con una gran satisfacción, concluyeron 26 adultos mayores su primer curso de computación el viernes 12 de abril, en la biblioteca del Pórtico “Antonio Caso”, en el paso peatonal a desnivel en el Eje Central.

Como todos los viernes, sin falta alguna, veinte mujeres y seis hombres, de 45 a 78 años de edad, se dieron cita con puntualidad y gran entusiasmo, a la biblioteca a tomar el Primer Módulo de computación, de 13:30 a 18:00 horas.

El ambiente se fue dando poco apoco a partir de la relación construida en sus logros. Cada quien tuvo la confianza de expresar sus dudas y obtener la respuesta correcta; con la debida orientación y alcance del objetivo del curso.

Los adultos mayores llegaron con el interés de aprender computación por el deseo de escribir y enviar un correo electrónico a sus hijos o a un familiar residente en el extranjero o al interior de la República Mexicana.

Cuando llegaron al curso, cada uno de ellos, tenían una expresión de temor y de incertidumbre de ¿qué va a pasar?”, enfatizó Ausencio Guzmán.

Porque el sentir de las personas de la tercera edad, es considerar a la computadora no propia de su edad o determinar difícil de aprender. Dicen: “vaya a descomponer la computadora o sí, al apretar un botón la descompongo”.

A veces, preguntaban al dar un clic “¿por qué pasó esto?, ¿para qué sirve?”, entre otras. Sin embargo, conforme avanzó el curso, fueron teniendo confianza. “Llegan y se meten, pica aquí y allá, empiezan a formularse más preguntas y se van interesando más”, Ahí es donde me doy cuenta del avance de las personas”, puntualizó el profesor.

Por ello, concluye “no hay edad para aprender a usar totalmente una computadora y sobre todo, porque lo importante es la motivación. Por eso, como profesor, debo animar a los alumnos”.

Manifestó: “trabajar con adultos mayores es ´llevarlo de la mano´, porque son personas sin ningún conocimiento de computación, es decir, llegan ´desde cero´, y así ellos crean su dinámica y satisfacen su particular deseo de aprendizaje”.

Con cuatro años de experiencia, el profesor de computación expresó “No es enfocarlo a conectar una red o armar una computadora sino animarlos a experimentar, así, el adulto mayor se interesa más por aprender”.

Pensativo reflexiona y nos dice, “me enfoco en el porqué, de ellos, por aprender. Por lo tanto, no uso tecnicismos, sino conceptos básicos”, “Porque me interesa que mis alumnos aprendan”, manifestó convencido.

Y así, al termino del curso: emocionad@s, satisfech@s y con sus caritas muy sonrientes expresaron: “ya no me da miedo la computadora”, “ya pude entrar a mi correo”, “¡¡ya aprendí!!”





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