lunes, 12 de septiembre de 2016

ESTACIÓN DEL METRO TLATELOLCO




Inflexiones desde el insomnio

ESTACIÓN DEL METRO TLATELOLCO

Por José María Arellano Mora

El placer de viajar y desplazarse en el transporte público. Con el tiempo y la rutina son angustiantes por causas nefastas.

Los viajes en ferrocarril me emocionan. Alistar los objetos para cada trayecto y ayudar en la elaboración de las tortas. En lo particular prefería las de cajeta y las de jamón - sencillas sin tanto relleno- y la preparación de las maletas para emprender esos viajes que siempre se me hicieron maravillosos.
Un día antes, era un trajín en casa. Buscar la ropa que luciríamos –aunque no era abundante nuestro guardarropa- pero hacíamos el ritual. Boleábamos el calzado para lucir bien.
Al siguiente día, justo a las 5 de la mañana, levantarse para ir tomado cada quien su posición, quién y quiénes llevarán las bolsas y las maletas.
Los mayores llevaban las cosas pesadas y los chiquilines las de menor peso o nada; solo cargar sus almas. Rumbo a la estación de Buenavista, nos íbamos caminando. Por la calle Saturno -“la cuchillita”- doblábamos en la calle Aldama para encontrarnos en su entrada lateral.
Ahí, mi papá preguntaba -mientras descansábamos de la caminata y de la cargada- en que andén estaba alistado el tren que nos llevaría. Presurosos partíamos hacia el tren y bajo la indicación de nuestro padre, de cuales asientos deberíamos tomar. Se hacía lo correspondiente, unos objetos iban a la parrilla y otros cerca de los asientos.
Nosotros ya situados veíamos llenarse el carro y en espera del… “¡Vaaamonoooss!”
Los viajes en el ferrocarril, se convirtieron tortuosos, la hora de llegada eran casi exactos, con diferencia de media o una hora, y el regreso con diferencia de 4 horas o más.
A finales de los sesentas, mi papá como fotógrafo, cubría cada domingo el programa de las “Rutas Históricas” promovido por el DDF. Un fin de semana, correspondió visitar la Línea 1 del Metro, algunas estaciones estaban en los acabados. Prácticamente estrenamos la Línea y el convoy que hizo el recorrido especial para los ciudadanos integrantes del programa, de las “Rutas…”
Se imaginarán la alegría que me causo ese viaje. En algunas estaciones tenían puertas automáticas previas al andén, se abrían con sensor. Duró poco el gusto. Por obvias razones, las quitaron.
Tiempo después cuando la Línea Rosa, la 1, - inaugurada el 4 de septiembre de 1969- me sentí orgulloso de haberla transitado antes.
A principios de 1970, se supo que por Tlatelolco iba a pasar el Metro. Y no tan solo eso, además, al interior, contaría con una estación. Cierto día, mi papá llego a casa preocupado y externo el porqué. Pues el trazo de la línea 3 del susodicho transporte afectaría algunos edificios. ¡Zaz!, tendrían que ser derrumbados –el rumor se esparció como agua en la comunidad tlatelolca- y el edificio donde vivimos iba ¡Para fuera!
Afortunadamente, solamente mocharon el edificio Donato Guerra, una mínima parte, del módulo oriente. Diseñaron el trazo desde la estación Hidalgo por la Calle de Zarco y, en Tlatelolco, esquivó el edificio Ignacio Comonfort, hasta llegar al estacionamiento que estaba entre el cine Tlatelolco y el edifico Arteaga.
Actualmente, transportarse en el Metro, es un “tormento chino”, y súmenle las esperas en el túnel entre dos estaciones, es para volverse loco. Dan ataques de ansiedad, desesperación. Y uno que otro usuario entra en estado claustrofóbico.
En vez de agregar la leyenda: “2 de octubre de 1968” en la estación Metro Tlatelolco, se debe proponer la mejora del servicio. Y, en particular, remodelar los ventanales en vitral y rehabilitar la iluminación externa. Digo, sino “¡Vamonooosss… al carajo!
“Feliz” 47 Aniversario del Sistema de Transporte Colectivo.
Esto pasa en la Ciudad de México y también en Tlatelolco.

jueves, 21 de julio de 2016

OPERATIVO DE SSSP EN TLATELOLCO, en vacaciones de verano


Reunión semanal del Gabinete de Seguridad Pública en Cuauhtémoc


En vacaciones de verano
OPERATIVO DE SSSP EN TLATELOLCO

  • Para disminuir robo a casa habitación
  • Delegación Cuauhtémoc pide a la SSPCDMX no bajar la guardia en el combate a las “chelerías”

El operativo contra robo a casa habitación durante las vacaciones de verano, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de la Ciudad de México y la Delegación Cuauhtémoc, empezó este viernes 15 de julio en Tlatelolco, asimismo, en las colonias Roma, Juárez, Buenavista, Cuauhtémoc y Condesa.

En la reunión semanal del Gabinete de Seguridad Pública en Cuauhtémoc se precisó que el objetivo del dispositivo es custodiar unidades habitacionales, con el fin de bajar el índice de este delito, asimismo, se anunció como fecha de término del operativo el 22 de agosto.



En otro tema, la Dirección General de Seguridad Pública de Cuauhtémoc solicitó el apoyo a la Secretaría de Seguridad Pública para redoblar los esfuerzos en el combate a las “chelerías” en tianguis como el de La Lagunilla, que se ubica los domingos en la calle de Comonfort.


Por su parte, la Fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc informó de 32 delitos de alto impacto, un homicidio, 18 robos a transeúnte, un lesionado por disparo de arma de fuego, un robo de vehículo con violencia, 10 sin violencia un robo a negocio con violencia, un robo a casa habitación; además de 19 puestas a disposición, con 17 vinculaciones a proceso.




domingo, 17 de julio de 2016

Detectó la ASF anomalías en la Delegación Cuauhtémoc




En la Cuenta Pública 2014

Detectó la ASF anomalías en la
Delegación Cuauhtémoc

  • El Congreso solicitó un reporte respecto al cumplimiento de observaciones de la autoridad fiscalizadora
Por Ignacio Arellano Mora

La Auditoria Superior de la Federación (ASF) resaltó que la Delegación Cuauhtémoc no ejerció recursos por un monto de 20 millones 520 mil 954 pesos, por lo que dicha instancia presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal (Solicitud de Aclaración 14-D-09015-14-1138-03-001).

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó a la Contraloría General de la Ciudad de México un informe pormenorizado sobre el proceso administrativo y/o penal iniciados por la irregularidad detectad por la Auditoría Superior de la Federación en la Delegaciones Cuauhtémoc.



Al presentar el dictamen correspondiente, el senador Jesús Casillas Romero, del Grupo Parlamentario del PRI, subrayó que “dicho fondo se conforma con aportaciones federales para beneficio de la sociedad y de los programas para subsanar carencias de las zonas con índices de pobreza o desigualdad”.

El Congreso de la Unión requirió también a la Contraloría de la Ciudad de México un reporte sobre el cumplimiento de las observaciones realizadas por la ASF, y enfatizó que esta instancia está facultada para revisar a las instituciones públicas que ejercen recursos públicos federales.



Respecto en la construcción de la obra pública “Sistema de Agua Potable de la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco” realizada con recursos del FISMDF-2014, la ASF mostró diversas irregularidades como la Adjudicación Directa de la obra.


PENAS CONVENCIONALES
Además, agregó, “ésta no fue finalizada en tiempo y forma, aspecto por el que se determinaron penas convencionales no cobradas por 3 millones 638 mil 647 pesos (Pliego de observaciones 14-D-09015-14-1138-06-001)”.

El dictamen precisó que la Auditoría detectó en la Delegación Cuauhtémoc que no concluyó la aplicación de recursos por 20 millones 520 mil 954 pesos para construir la obra pública “Sistema de Agua Potable de la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco”.



Dicha anomalía tiene relación con el uso de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FAIS), del ejercicio fiscal 2014.

Por el “pago de obras no ejecutadas”, “baja y mala calidad” en materiales de construcción, “erogaciones sin aclarar”, “gestiones deficientes”, “incumplimientos a la ley de transparencia”, entre otras observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en la Delegación Cuauhtémoc, una de las 14 delegaciones de la Ciudad de México gobernadas por el PRD en 2014, en total, “se perdieron” 219 millones 421 mil 790 pesos.



Respecto a la demarcación Cuauhtémoc, de 40 millones 597 mil pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del DF (FISMDF 2014), hubo irregularidades por 24 millones 416 mil 400 pesos, según la Auditoría Financiera con Enfoque de Desempeño: 14-D-09010-14-1137.

NO PUDO COMPROBAR…

Además, de los 59 millones 880 mil pesos destinados al Fondo de Pavimentación, Espacios Deportivos, Alumbrado Público y Rehabilitación de Infraestructura Educativa, entre ellos, la Plaza de las Tres Culturas y la cancha de futbol de la Tercera Sección, la misma demarcación perredista no pudo comprobar 24 millones 185 mil 900 pesos.

En este caso, la ASF precisó –por ejemplo– daños por 10 millones 898 mil 990 pesos por obras “no ejecutadas”, pero no se marcó cuáles. Sin embargo, sí precisó irregularidades y un “atraso en la obra de Construcción del Sistema de Agua Potable de la Unidad Habitacional Nonoalco, Tlatelolco”, por más de 3 millones de pesos.



Por ello, coincidió la Comisión Permanente del Congreso de la Unión con los proponentes, en el sentido de que el la Contraloría General de la Ciudad de México debe iniciar los procedimientos administrativos y penales que conforme a derecho correspondan por las acciones y omisiones en el ejercicio del FISMDF 2014.


La Comisión reafirmó su compromiso con los sectores más vulnerables de la población y con el ejercicio transparente y eficiente de los recursos públicos. Situación por la cual razonó que “se deben solventar las observaciones y solitudes de aclaración emitidas por la ASF en la Delegación Cuauhtémoc en el ejercicio de FISMDF20114.




viernes, 6 de mayo de 2016

En Tlatelolco. De la recolección de la basura “AQUÍ LA TIENEN ‘PAPITA’”




Mini reflexión desde la quimera
“AQUÍ LA TIENEN ‘PAPITA’”

Por El Señor Chemita
Al cumplirse el plazo, llegada la fecha determinante para la recolección de basura.
Leo y releo el volante que mínimamente fue entregado, algunos pegados con maskingtape en lugares y entradas de los edificios.
Una supuesta campaña que en ningún momento logra conseguir, al menos, las siguientes expresiones: “Hacer conciencia”, “sensibilización de la problemática” “Informar y motivar”…
Una cosa es ayudar a mejorar el servicio de recolección y, otra, los intereses por capitalizarla. Haciendo parecer a los ciudadanos culpables por no ayudar a mejorar los servicios.
Es cierto, los tiempos cambian, y la realidad nos ha rebasado. Los desechos promedio por habitante van en aumento. Por ejemplo, en los edificios tipo A era un “hongo” por cada entrada; a principio de los años setentas, fue necesario un segundo. Además, existieron 2 horarios de recolección de desechos, quedó en uno después de los sismos del 85.
Es necesaria la separación, pero cambiar la costumbre de tirar la basura –sin separación de residuos- de hace 192 años desde que se decretó como Distrito Federal la ahora Ciudad de México, es complicado. No se resuelve en 2 meses, menos con una estéril propaganda ni tampoco con intimidaciones; “el camión sólo recolectará los residuos que hayas separado…”; se lee en el volante.
En noviembre de 2015, “El jefe del Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera, dio el banderazo de salida a los primeros 76 de 195 camiones recolectores de basura con doble caja para separación de residuos que sustituirán a los que tienen más de 30 años de antigüedad.” (Publimetro 18 de noviembre de 2015).
Tal parece que el implementar días específicos de recolección es por carecer de los recursos humanos y materiales para ello. O la cantidad de camiones es insuficiente para que el servicio sea diario para lo orgánico e inorgánico.
Digo: “aquí la tienen ‘papita’” en Tlatelolco, porque existen contenedores: los “hongos” y los receptores de los ductos. Porque la cantidad de desechos generados en esta Unidad Habitacional son propios de una Ciudad nada comparable con otra colonia. Acaso en las demás colonias que cubren la vasta delegación Cuauhtémoc, ¿Tienen contenedores para la debida separación?¿Se respetará el programa?
¿Se normalizará la recolección en tiempo y forma?
Porque caerá en un fiasco, aunque los camiones de la recolección sean parecidos a los que “están circulando en Ámsterdam, en París, en las grandes capitales del mundo. Es más, esta es la última generación de estas cajas de recolección de basura. ¿Por qué? Porque estamos apostando a la tecnología”. (Ibídem)
Se debe realizar una verdadera información y propaganda, dirigida a niños, jóvenes y personas de la tercera edad; sin exclusión de género. Y dar plazo accesible –par la aplicación de la separación- para la ciudadanía y no solo para los tlatelolcas sino para toda la demarcación.
¡Chingá!

viernes, 15 de abril de 2016

¡¡UN CAFECITO!!

Una de las tazas, del juego de 6 piezas con platos,
que obsequiaba “Café ‘Algusto’” a las amas de casa,
sus clientes, en el local de café en el edificio Allende. 60s.
Fotografia de José María Arellano M.


Por José María Arellano Mora

Siempre es reconfortante una bebida caliente, y no necesariamente cuando hace frío.
Mi dieta diaria de café, desde chavito. Al desayunar, con un pan de dulce, todos los días. Y por igual, en la merienda, por la nochecita, una taza. Íbamos a la panificadora “La Productora” en la calle de Zarco, de la colonia vecina, la Guerrero. Tiempo, después en la “Perla”, en la zona comercial de la Unidad Tlatelolco; detrás de edificio Miguel Hidalgo, en el pasillo interior Sur.

A finales de los 60s, una tía, hermana de papá me llevo de viaje a un pueblo de Veracruz. En una casa humilde, me dieron mi primera lección del cafeto; fruto, tostado. Y… ¡clarines! la degustación de un vaso de la bebida recién hecha. Una delicia, exquisito, la mejor infusión que he probado. Eso fue en lo alto del monte, sentado en el comedor vi a través de la puerta el paisaje, la vegetación y las plantas del cafeto. El aire cálido, ver las nubes a lo lejos y el cielo azul tan intenso. Posiblemente eso influyó en mi apreciación de ese vaso de café caliente y cada vez, al recordarlo, aún percibo el aroma y el sabor. No, no me influyó esa atmósfera… en verdad, la mejor infusión que he probado.

Tanta fue mi afición por la dichosa bebida, que el “asiento” del café –el grano molido, después de la cocción- me lo comía con azúcar. Mi madre me descubrió y me dio una “santa” regañada.

¿Cuántas tazas de café he tomado? Diría, “tazones”. No lo sé y creo nunca lo sabré. Y ¡vaya!... han sido bastantes.

Al toparme con una cafetería con tostador y además venda por kilo, me motiva para degustar el cafecín.

De los cafés Chinos, hace años iba a uno en la calle de Bucareli, y no faltaba los días 24 y 31 de diciembre, de cada año, a desayunar o comer, con sus correspondientes chelas Negra Modelo. La mesera, por cierto una joven mexicana, siempre muy atenta ¿Qué habrá sido de ella? De esa rutina del trabajo, el cambio de ruta y demás, esa costumbre es ahora un recuerdo.

Medianamente frecuentaba el “Café La Habana”, me agrada su ambiente peculiar del lugar. A la hora de la comida, degustaba el caldo tlalpeño, la sopa de médula, solo por mencionar algunos guisados, y para el desempance un cafecito y un buen puro; antes de la prohibición de fumar.

De los lugares en donde he trabajado, en uno de ellos tenía la norma de servir café cada 15 minutos. Después instalaron en cada piso una cafetera “choncha”. Y con esa costumbre, por el café, en cada trabajo motivaba a los compañeros para comprar una cafetera y darnos el gusto de prepararnos nuestro propio cafecito.

Hasta la fecha sigo tomando café. Y, “no se me ha hecho ‘vicio’” ja, ja, ja… Pero nunca he pretendido morir por la ingesta en exceso, como en el caso de Balzac. La primer persona que murió por el abuso de la “infusión obscura”.

A principios de los noventas, cuando surgió un trabajo de pintor, pintor de “brocha gorda”, acepté, en esa ocasión en la oficina de Prensa Latina. Ahí probé el café cubano y su clásico café expreso, preparado propiamente en una cafetera melitta. Reactivante y motivador, pocas veces lo tomo.

Me doy momentos, entre tecleo y tecleo de este texto, para disfrutar un sorbo de café, digamos, para motivarme.

En los sesentas, en la Unidad existió un molino de café en el edificio Allende, “Café Algusto”, a las personas que acudían al negocio les daban un vacito con la bebida muy caliente recién hecha. Y una grata sorpresa, me comentan: ¡hay un nuevo local como de aquellos años! En el mismo edificio. Debo conocerlo.

Otro, “Malinalli” cerca del Jardín Santiago en la tercera sección –tal vez por su ubicación cercana a la zona arqueológica le pusieron ese nombre refiriéndose a la Maliche, pero en náhuatl-. Lugar tranquilo, como para “echar novio”. En los años setentas.

El “Café México”, en el edificio Arteaga, en el lado que da al Metro Tlatelolco, marcó leyenda. Por igual daba servicio de comida corrida. Dejó de existir años después de la remodelación, a raíz de los sismos del ’85; actualmente éste local se llama “Café Retro”.

Cercano a Tlatelolco, estuvo el “Café Coatepec”. Cafetería con tostador, molino y toda la cosa, coexistió cerca del Mercado Martínez de la Torre. Cambió mucho el local cuando, metieron una televisión grande, un armastrote. En una ocasión fui a degustar un café tipo americano, en ese momento proyectaban la película “Rambo I”, termine cenando para ver el video completo.

En mi andar, casi cotidiano por la colonia Guerrero, en la calle de Zarco, me llamó la atención el perfume de café recién tostado emanado del local “Expendio de Café”, Tostador y Molino. Visita obligada para disfrutar una taza de café.

Se acrecienta, la presencia, de cafeterías por la Unidad. Muy distinto a las cafeterías de renombre que se han ido instalando en avenidas y calles importantes cuyo “glamur” y costo da un “plus” a quienes consumen en esos establecimientos; sí, esos del logotipo color verde. Pero aún con ese tipo de establecimientos no podrán abatir la presencia de locales modestos, baratos y muy tradicionales de los años 60s y 70s.


“El café quita el sueño”. Para mí es un mito porque aunque haya tomado café “hasta el copete”, tranquilamente me voy a la cama e inmediatamente me quedo dormido.